La transición
La transición de la atención en persona a la atención a distancia puede ser un reto si eres nuevo en este espacio. En la última entrega de nuestra serie del Mes del Trabajo Social, Natalie S., LCSW comparte algunos consejos prácticos que le han ayudado a prosperar como terapeuta virtual.
Este es el cuarto blog de una serie de cuatro que celebra el Mes del Trabajo Social. Echa un vistazo al primer blog de Natalie sobre cómo la pandemia la inspiró para convertirse en terapeuta virtual.
Por Natalie S., LCSW, Terapeuta de AbleTo
La primera vez que me pasé a la terapia virtual, tuve que superar una pequeña curva de aprendizaje. Tuve que ser resistente, tomar la iniciativa y buscar soluciones cuando era necesario. Pero enseguida cogí el ritmo y desarrollé prácticas que me han ayudado a prosperar como terapeuta virtual. Quería compartir algunos de estos consejos para ayudarte a sacar el máximo partido de tu experiencia y, en última instancia, de la experiencia del paciente.
1. Practicar el autocuidado
El autocuidado es la herramienta número uno que te ayudará a prosperar como trabajador social. Puede ser algo tan sencillo como alejarse cinco minutos del ordenador para dar un paseo o tomar una taza de café. En mi caso, el ejercicio me ayuda a mantenerme con energía para poder dar lo mejor de mí a mis pacientes. También me aseguro de practicar el autoconocimiento como parte de mi rutina de autocuidado. Si algo me preocupa, lo reconozco, lo acepto y recurro a mi sistema de apoyo: familia, amigos, colegas, supervisores clínicos, etc. Prueba distintas prácticas de autocuidado hasta que encuentres la que mejor se adapta a ti y a tu horario.
2. Construir un equilibrio saludable entre trabajo y vida privada
Como trabajas desde casa, debes establecer límites entre la vida laboral y personal. Puede ser difícil, pero tienes que ser capaz de pasar del modo "terapeuta" al modo "en casa" cuando hayas visto a tu último paciente. De lo contrario, pensarás en el trabajo, después del trabajo, lo que puede ser agotador y acabar quemándote. Si es posible, intenta tener un espacio o una habitación separados para tu despacho, de modo que cuando acabe el día puedas desconectar y salir de la "oficina", lo cual es fundamental para proteger los límites entre la vida laboral y personal.
3. Invertir en tecnología
No hay nada más frustrante que tener que lidiar con una cámara defectuosa o con problemas de conectividad en mitad de una sesión. Invierte en una cámara decente, un portátil fiable e Internet de alta velocidad para reducir el número de problemas técnicos (al menos por tu parte). Siempre que tengo a alguno de mis pacientes en pantalla, lo primero que hago es preguntarle si puede oírme y verme. Afortunadamente para mí, estar en AbleTo ha cambiado las reglas del juego en este sentido. Disponemos de un amplio soporte técnico y de todo el equipo necesario para garantizar una experiencia fluida tanto para el terapeuta como para el paciente.
4. Encontrar formas creativas de interactuar por teléfono o vídeo
A veces, la terapia no es siempre una sesión de "hablar". Sabemos por la práctica en persona que incluso trabajar en un puzzle o en una actividad para colorear puede ser igual de terapéutico para esa sesión. Es posible trasladar esa misma experiencia a la terapia virtual y es nuestra responsabilidad encontrar formas creativas de establecer esa relación. En AbleTo, disponemos de hojas de trabajo interactivas basadas en pruebas que podemos enviar a los pacientes para que expresen sus pensamientos y emociones, en su propio tiempo.
5. Verificar la ubicación y la seguridad del paciente
Cuando se presta atención virtual, la seguridad del paciente es la prioridad número uno. Asegúrate de verificar su dirección al principio de cada sesión. Intenta evitar hablar con ellos mientras conducen y programa la sesión para más tarde, cuando estén parados. Si están en otro lugar, anota esa dirección concreta. Es importante que anotes esta información para todos tus pacientes, no sólo para los considerados de alto riesgo o con enfermedades crónicas. De este modo, podrá mantenerlos a salvo aunque no esté físicamente junto a ellos, por ejemplo, ayudándoles a encontrar recursos de emergencia o haciendo que esos recursos de emergencia acudan a ellos.
6. Crear un espacio seguro
Cuando el paciente confía en tu confidencialidad, es más probable que se abra y se sienta lo bastante seguro como para mostrarse vulnerable contigo. Hazles saber que estáis en un lugar tranquilo, sin interrupciones, donde nadie a vuestro alrededor pueda oír vuestras conversaciones. (Y si tu entorno no refleja esto, intenta hacer los ajustes necesarios).
Cumplir la HIPAA es fundamental para crear un espacio seguro. Reafirme al paciente que su material y todo lo que hable con él es privado. Asegúrate de que sepan que te tomas en serio su salud y su privacidad informándoles de los protocolos que tienes establecidos para proteger su información (contraseña para el ordenador, armarios cerrados con llave, etc.).
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Nuestro equipo en AbleTo siempre está buscando trabajadores sociales clínicos compasivos que quieran marcar la diferencia en la vida de las personas. Estamos contratando activamente a terapeutas a tiempo parcial y a tiempo completo en los 50 estados. Visite nuestra página de empleo para obtener más información.