Confesión de un experto en estrategia: términos como "disrupción" e "innovación" están perdiendo su brillo. Pero yo diría que, cuando se utilizan en las circunstancias adecuadas, son las palabras perfectas.
Hace unos meses, mi empresa declaró que íbamos a "trastornar la salud mental". ¿Qué queríamos decir? ¿Qué había que cambiar en el sistema de salud mental (y por qué decíamos que podíamos hacerlo)?
Hoy comienza la NatCon 2017, una de las mayores semanas de innovación en nuestro sector, y un momento ideal para compartir nuestra hoja de ruta.
Empezaré con una comparación que muchos sanitarios recordarán de hace unos 15 años. La gestión de enfermedades fue acuñada como término por empresas como Healthways y Health Dialog para frenar los costes de los pacientes crónicos de alto riesgo/coste. Estos programas se diseñaron para ayudar a los pacientes a gestionar mejor su atención y normalmente se centraban en la gestión de los síntomas asociados a la enfermedad del paciente. Aunque son rentables, ahora está claro que las enfermedades mentales comórbidas no sólo aumentan el riesgo, sino que generan un gasto médico desproporcionado y a menudo son la causa principal de este aumento de la utilización y el gasto sanitario.
