Del trabajo social a la terapia virtual: lecciones de más de 20 años salvando las distancias en la atención conductual

Cada mes de marzo, nos unimos a la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales (NASW) para celebrar las contribuciones que los trabajadores sociales han hecho a nuestra sociedad. Para homenajear a nuestros profesionales clínicos, vamos a lanzar una serie de cuatro partes destacando a dos de nuestros trabajadores sociales clínicos licenciados en AbleTo. Sharon D. inicia nuestra serie guiándonos a través de su viaje desde el trabajo social a la terapia virtual.

Soy trabajadora social desde hace casi dos décadas y puedo decir, sin lugar a dudas, que es uno de los campos más gratificantes que existen. Hay muy pocas profesiones que puedan abrir las puertas a tantas oportunidades, tocar tantas vidas y tener un impacto en tantas comunidades.

He trabajado con poblaciones desfavorecidas y he dirigido equipos en urgencias. He creado programas comunitarios en el condado de Orange y he sido mentora de trabajadores sociales. Y ahora puedo participar en la transformación de la atención sanitaria conductual como asesora de programas en AbleTo.

Cada experiencia, cada hito y cada resolución han definido dónde estoy hoy.

¿Por qué trabajo social?

Como la mayoría de los trabajadores sociales, no empecé exactamente sabiendo que me convertiría en uno. Sólo sabía que me apasionaba servir, enseñar y capacitar a las personas. Pensé que un máster en Investigación Psicológica y un doctorado en Psicología Clínica me ayudarían a hacer las tres cosas. Pero los que conocían mi personalidad y mi curiosidad pensaban lo contrario. Constantemente me apuntaban hacia el trabajo social como un campo que lo abarcaba todo y en el que podía trabajar en diferentes capacidades.

En cualquier lugar que se le ocurra -agencias gubernamentales, centros comunitarios, empresas con y sin ánimo de lucro, políticas, escuelas, etc.- se necesita un trabajador social. Y eso es lo que hace que este campo sea tan atractivo. Me di cuenta de que si seguía mis intereses y pasiones bajo este vasto paraguas del trabajo social, podría servir a mucha gente y sentirme realizada haciéndolo.

Así que hice caso a mi fiable sistema de apoyo y obtuve un máster en Trabajo Social. Estaba segura de que era la decisión correcta. 22 años después, sigo confiando plenamente en que lo es.

Del trabajo social a la terapia [virtual]

Mi viaje en el trabajo social comenzó en Cal State Long Beach, donde aprendí cómo las organizaciones proporcionan recursos a las poblaciones desfavorecidas. Trabajé en el condado de Orange durante casi 20 años y vi todas las afecciones del espectro de la salud mental.

Esta experiencia me formó, amplió mi sentido de quiénes son las personas y por lo que pasan. Aprendí a mirar más allá del diagnóstico de alguien y a definir la situación por las soluciones, no por los problemas. ¿Qué alternativas tienen? ¿Cómo puedo ponerles en contacto con los recursos adecuados? A lo largo de mi carrera fui perfeccionando constantemente esta perspectiva formativa, hasta llegar a convertirme en terapeuta licenciada.

Decidí dedicarme a la salud mental después de hacer unas prácticas en fisioterapia. Al cabo de un par de semanas, me di cuenta de que había dos grupos de clientes: los que mejoraban y los que no. Me fascinó el marcado contraste en su recuperación y encontré un hilo conductor. Así que me puse el "sombrero de investigador" y seguí observando.

¿Sabes lo que dicen de que la risa es una medicina fuerte? Pues los que se estaban recuperando lo sabían. Estaban muy motivados y tenían una percepción positiva de sus vidas. Eran adaptables, resistentes, con un sentido afirmativo de sí mismos. Una vez que saqué esta conclusión, me di cuenta de que estos dos grupos son un ejemplo de la humanidad: los que superan los retos gracias a su mentalidad y los que no lo hacen debido a su mentalidad. Supe que quería ayudar a las personas a desarrollar las herramientas que necesitaban para superar los retos y crear hábitos saludables. La terapia se convirtió en la vía perfecta para hacerlo.

En 2013 empecé a trabajar con AbleTo y pasé a prestar asistencia a distancia. Pude comprobar de primera mano lo poderosa que era la telemedicina, especialmente para los pacientes que se enfrentaban a barreras asistenciales. En retrospectiva, fue un gran paso hacia el siguiente capítulo de mi carrera. AbleTo me dio la oportunidad de hacer lo que me gusta sin tener los costosos gastos generales y las limitaciones que conlleva ver a los pacientes en una consulta.

Capacitar a los pacientes mediante la terapia cognitivo-conductual (TCC)

El aspecto más gratificante de ser terapeuta han sido las conexiones que he podido establecer con otras personas. Es un honor servir de catalizador en sus vidas, ya sea ayudándoles a gestionar una crisis, un factor estresante, una enfermedad crónica o cualquier otra situación intermedia. Una y otra vez, he visto lo impactante que es la terapia para ayudar a un cliente a ver su situación a vista de pájaro. Es tan sencillo como estar presente y proporcionar un espacio para procesar sus pensamientos y emociones. O tan transformador como ayudarles a desarrollar habilidades que les cambien la vida. Por eso me gusta trabajar en AbleTo, donde podemos hacer ambas cosas como catalizadores del cambio, el crecimiento y la curación.

El programa basado en la terapia cognitivo-conductual (TCC ) que utilizamos empieza por identificar dónde se encuentran los participantes, evaluar sus necesidades y cómo podemos ayudarles a llenar sus lagunas. Abordamos las barreras al cambio educando a nuestros participantes sobre cómo la TCC puede activarse en su vida. Los participantes reciben herramientas que pueden utilizar para desarrollar hábitos saludables para toda la vida.

Influir como supervisor clínico

Tras un par de años como terapeuta virtual a tiempo parcial en AbleTo, me incorporé al equipo como supervisora clínica a tiempo completo (asesora de programas). Tenía experiencia previa en la gestión como supervisora del condado en el que trabajaba, pero era un poco diferente. El condado tenía mucha burocracia y restricciones a nivel estatal que afectaban a la experiencia de primera línea. En AbleTo ha habido un cambio radical.

Aquí tenemos un entorno enriquecedor que fomenta la apertura mental, el pensamiento estratégico y la diversidad de perspectivas. Es como estar en un "grupo de reflexión sobre salud conductual", ¡y es maravilloso! Esto da lugar a un grupo de terapeutas comprometidos y repercute en la experiencia de los participantes. Por eso creo sinceramente que recursos como AbleTo están a la vanguardia de la lucha contra la actual crisis de salud mental.

La intersección del trabajo social y la crisis de salud mental

Como los mayores proveedores de atención conductual, los trabajadores sociales desempeñan un papel vital a la hora de abordar los retos que conlleva la crisis de salud mental. Tengo la suerte de tener experiencia en ambas cosas (trabajo social y terapia) y he descubierto que la combinación de ambas ha sido fundamental para salvar la brecha en la atención de la salud conductual.

Los trabajadores sociales pueden ver el nivel de funcionamiento de una persona. Somos capaces de diagnosticar el problema de raíz, identificar las piezas que se han pasado por alto y capacitar a los participantes para encontrar (o acceder a) esas piezas. Nuestro proceso consiste en resolver los problemas de forma coherente, educar a los pacientes sobre las herramientas que tienen a su disposición y capacitarlos para que las cultiven por sí mismos.

No estoy segura de lo que me depara el próximo capítulo de mi carrera, pero estoy segura de que seguirá implicando servir, enseñar y capacitar a los demás.