6 principios que ayudaron a mi crecimiento profesional como LCSW

En honor al Mes del Trabajo Social, Sharon D. vuelve para arrojar algo más de luz sobre su carrera como trabajadora social clínica y terapeuta licenciada. En el blog de hoy, se centra en la mentalidad y los principios que la ayudaron a crecer como trabajadora social y a convertirse en líder de su profesión.

Este es el segundo blog de una serie de cuatro que celebra el Mes del Trabajo Social. Echa un vistazo al primer post de Sharon en el que destaca su viaje desde el trabajo social a la terapia virtual.

Históricamente, los trabajadores sociales han estado a la vanguardia de los movimientos por la justicia social.

¿Movimiento por los derechos civiles? Los trabajadores sociales desempeñaron un papel decisivo en la lucha por la igualdad racial.

¿Leyes laborales? Los trabajadores sociales ayudaron a diseñar programas que supusieron una reforma: por ejemplo, la paga por incapacidad, la indemnización de los trabajadores y la Seguridad Social.

¿Acceso? Entre el New Deal, Medicaid, Medicare y mucho más, los trabajadores sociales han impulsado, informado y cuestionado la política pública.

Podría seguir y seguir (en serio), pero lo que quiero destacar es el impacto significativo que podemos tener como trabajadores sociales. Tenemos la oportunidad de crecer en un campo que no es estático, un campo en el que no estás confinado a un camino lineal. El trabajo social está en constante evolución, con montones de oportunidades para hacer contribuciones significativas a las personas, las comunidades y las sociedades.

Al poco tiempo de empezar mi carrera como trabajadora social aprendí que un título es sólo el principio. El desarrollo profesional en este campo pasa por la experiencia práctica, la tutoría y una comunidad de profesionales con ideas afines que se unen como una unidad para fortalecerse mutuamente.

Así que he recopilado algunas cosas que he aprendido en los últimos 20 años y que me han ayudado a crecer como trabajadora social. He aquí un breve resumen:

1. Explora tus opciones y aprovecha las oportunidades

Hay docenas de trayectorias profesionales que pueden abrirse para alguien con un título en trabajo social, desde la política a la vivienda o la atención conductual. Esencialmente, el trabajo social puede ramificarse hacia cualquier lugar donde haya una red social, individuos y comunidades con necesidades. Aprovéchalo.

Pregúntate cuáles son tus intereses y cómo puedes aprovechar tu experiencia para explorar tus opciones. Esta curiosidad y amplitud de miras fueron fundamentales para ayudarme a avanzar en mi carrera. Los trabajadores sociales tienen una perspectiva que puede ayudar a otros a ver más allá de las limitaciones de sus propias empresas, gobiernos, etc. ¡Aprovéchala!

2. Pensar como un líder

Si actualmente no desempeñas un papel de liderazgo, nunca es demasiado pronto para desarrollar la mentalidad de uno. Intenta buscar mentores u orientación de tus supervisores o directivos actuales. Obsérvelos para comprender mejor cómo funcionan los sistemas y procesos a nivel de liderazgo. ¿Cómo trabajan juntos los distintos miembros del equipo para prestar un servicio?

Eche también un vistazo a la infraestructura de su organización. ¿Qué haría para mejorarla? A continuación, tome la iniciativa para identificar oportunidades en las que pueda intervenir y cubrir una necesidad o abordar un reto existente.

3. Sé abierto. Sé tolerante. Sé tú mismo.

La apertura de miras es clave para el desarrollo profesional como trabajador social. No sabes cuánto he crecido aprendiendo de las experiencias de los demás. Pero también es importante que seas abierto y generoso con tu experiencia y tus conocimientos. Lo que aportas es importante para tu equipo y para el apoyo continuo de los participantes. Te contrataron para ser tú mismo, con tus propios dones y talentos. Así que, naturalmente, te encontrarás con otros que vienen con sus propios dones. Si respetas estas diferencias y unes tus fuerzas, contribuirás a enriquecer la experiencia de todos: colegas, supervisores y la organización en su conjunto.

4. Aprender a aprovechar los puntos fuertes de los demás

No puedes hacerlo solo. (Por cierto, esto es válido tanto para el trabajo social como para la vida en general.) Aprovecha los puntos fuertes de tus colegas y haz del "trabajo en equipo" un valor fundamental de tu desarrollo profesional. Si quieres ser un líder, tendrás que acceder a las habilidades de las personas a las que supervisas. También tendrás que fomentar el crecimiento dentro de cada persona que dirijas, así que empieza ya. Apóyate en los conocimientos y la experiencia de tus compañeros y aprende a establecer relaciones de colaboración. Promueve un entorno en el que la gente pueda compartir sus ideas, acceder a recursos y sentirse apoyada.

5. No olvidar los objetivos de la organización

Aunque el trabajo social se centra en servir a los demás, las organizaciones y las empresas siguen teniendo metas y objetivos. Un trabajador social polifacético es capaz de abordar estos temas con tacto, dando prioridad a los participantes. Los líderes tienen que ser capaces de ver cómo el "balance final" se traslada a la primera línea. Son responsables de establecer límites y parámetros para asegurarse de que existe una alineación entre los trabajadores sociales que dirigen y la organización. Si algo cambia en el backend, tienen que identificar cómo afecta a los trabajadores sociales y minimizar cualquier barrera que pueda surgir como consecuencia de ello.

Empieza a adoptar esta mentalidad holística en tu situación actual para prepararte para funciones de liderazgo en el futuro. ¿Qué puedes hacer (fuera de tu actual carga de trabajo) para contribuir a las metas y objetivos de tu organización?

6. Conviértete en un experto en tecnología

La tecnología está ayudando a eliminar barreras y colmar lagunas en la asistencia social y conductual. Por ejemplo, en AbleTo, he visto cómo nuestros servicios de telesalud abrían la puerta al tratamiento de la salud mental a quienes, de otro modo, no habrían podido permitírselo. Es importante que te mantengas al día de los últimos avances tecnológicos y certificaciones disponibles para los trabajadores sociales y el sector en el que trabajas (o en el que quieres trabajar). Por ejemplo, deberías hacerte experto en tecnología de videoconferencia en caso de que quieras convertirte en terapeuta virtual.